Escribo — Taller literario en la Universidad Popular de La Solana


He estado pensando varios títulos para este artículo, pero al final me he quedado con el más sencillo.

Yo escribo. 

Quizás es lo que más me gusta y mi mejor forma de expresión, aunque también en lo que más me exijo y para lo que tengo menos tiempo. Pero creo que tengo que precisar estas palabras porque, sí, todos escribimos. Aprendimos a hacerlo en la infancia, ya que la lectura y la escritura son las herramientas básicas y fundamentales para comunicarnos.

También unos aprendimos mejor que otros o nos preocupamos más por conocer mejor nuestra lengua y tratar de manejarla bien, que no es nada fácil. A otros nos interesa más para esa comunicación o porque un día nos dimos cuenta de que nos gustaba contar historias, y dejarlas por escrito es la mejor forma de que perduren y el paso del tiempo no cambie sus posibles versiones o interpretaciones. Así ocurre con las grandes obras de la literatura y sus creadores, cuyos textos se remontan a milenios como la Ilíada y la Odisea de Homero.

Otros simplemente necesitamos escribir textos puntuales no creativos, sino para un escrito oficial, dirigirnos a alguien, reclamar o quejarse por algo o redactar un trabajo (como este artículo, una carta, un pregón, un discurso, una tesis…). Porque sí, hay muchos tipos de textos, aunque, la verdad, los que más nos gustan tanto para leer como para escribirlos, son los literarios, ¿verdad?

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Próximamente 

Pues en un taller de escritura se hace eso: leerlos y escribirlos o, mejor dicho, aprender a hacerlo o mejorarse en la habilidad. Porque el primer escollo que nos encontramos es ese: nuestro deseo por escribir y nuestra falta de confianza o poca idea de cómo ponerse a ello. Organizar lo que imaginamos para ponerlo con palabras que estén también bien organizadas en un texto coherente y bien expresado.

La ventaja de los textos literarios -y de nuestra riquísima lengua española- es que nos permite mayor libertad para crearlos, siempre conociendo lo suficiente sus limitaciones y normas en cuanto a hacerlo correctamente. Porque la forma es tan importante como el contenido y ahí es donde necesitamos saber bien una gramática, sintaxis y ortografía básica. Esos son conceptos que, para algunos, quizás ya se quedaron muy lejos y no se adquirieron bien. Así que hay que repasarlos y ponerlos al servicio de una historia de ficción, un poema o cualquier otro texto que queramos escribir. 

Pero el primer paso para escribir es dejarse llevar por ese deseo y no temer por las incapacidades, inseguridades o ignorancia que nos creamos tener. Después, toca intentarlo, porque si no, no sabremos de lo que somos capaces. Y luego ¿por qué no soñar un poco y querer publicar lo que escribimos? También podemos aprenderlo. El caso es escribir, no tener miedo a las críticas, al «es que esto no va a gustar a nadie». Ya se sabe que los gustos son como los colores: cada cual tiene los suyos preferidos. Don Miguel de Cervantes o William Shakespeare son considerados dos de los más grandes -por no decir los más grandes- escritores de la literatura universal, pero no gustan a todo el mundo.

En definitiva, que si os animáis a sacar esa creatividad literaria, pero, sobre todo, a disfrutar escribiendo, lo haremos. Y en La Solana lo que no faltan son muchos y muy buenos lectores y escritores entre poetas o novelistas. O usando uno de los términos más hermosos del español: muchos letraheridos.

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