DEL AMOR. Palabras para el acto literario de San Valentín 2022

En la noche del 14 de febrero se entregaron los premios del concurso de cartas y poemas de amor, organizado un año más por la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de La Solana. Fui invitada por Luis Romero de Ávila, edil en el cargo, y estas fueron mis palabras.

ACTO LITERARIO – CONCURSO DE CARTAS Y POEMAS DE AMOR

14 de febrero de 2022

Sobre el amor

Buenas tardes a todos.

Antes de nada me gustaría agradecer a Luis la invitación para intervenir en este acto. Es un honor, además de una gran responsabilidad, en especial, por el asunto, que el amor es algo fundamental y ya se ha hablado y escrito muchísimo de él.

Eso es lo que han hecho un año más los participantes de este concurso de cartas y poemas de amor. Y como ellos son los protagonistas, no me extenderé mucho.

Una frase en Anna Karenina, del escritor León Tolstoi, dice que hay tantas clases de amor como corazones, y es verdad. Todos tenemos una manera —o nuestra manera— de amar, y también son únicos nuestros medios de expresarlo. Algunos lo hacemos mejor con la palabra escrita porque nos permite la calma en el pensar y el sentir y, a la vez, nos facilita la exaltación más intensa.

Escribimos al amor y de él porque también es una forma de hacerlo y hacérselo a quien amamos. Y también podemos crearlo.

Pero que no se me entienda mal: todas las palabras de amor son válidas cuando son sinceras, las que nos dicen o decimos o las que escribimos o leemos. Lo que ocurre es que las escritas se quedan ahí, aquí, en el papel, con el valor del sentimiento tan intenso que nos invade en el momento, independientemente a que quizás ese amor pueda desvanecerse, apagarse o convertirse en desamor. Pero seguro que no se olvida. Así que esas palabras permanecen como testigos.

Y en estos tiempos tan difíciles para todo, en los que también se ha resentido el amor, se agradece refugiarse en ellas, escribirlas o leerlas, en cartas, poemas, novelas… Para recrear los mejores momentos de amor, esos besos y abrazos, esa intimidad que buscan los amantes, que nos han arrebatado de manera tan inimaginable. O para descubrir otros nuevos, y tantas y tantas historias que encontramos en la literatura, en esas formas de verso o prosa

Son historias de siempre o que podemos crear todos los días. Porque un poema, una carta o una novela pueden contar de todo, pero si en ellos hay una historia de amor, seguro que nos gustan más


Y es que el amor siempre gusta, en cualquier momento, a cualquier edad o lo que dure. Con final feliz, por supuesto, pero también desgraciado o trágico, o, porque los escritores, tanto poetas como prosistas, jugamos a ser dioses y lo podemos crear para que sea eterno. Lo moldeamos a voluntad, o lo expresamos con toda su contundencia, tanto la fuerza de su pasión como el dolor del amor roto o perdido. Nos saca lo mejor y también lo peor porque puede ser el sentimiento más arrollador y visceral. Incluso su hermano gemelo en la otra orilla, el odio, sucumbe muchas veces ante el poder único que amalgama el millón de sensaciones que nos puede producir amar a alguien o que nos amen.

Nos sentimos en la nube más alta, con el corazón y el deseo más grandes. Y sí, quizás nos volvemos ciegos e insensatos, y no concebimos ningún mal, error, caída o desilusión ni, por supuesto, ningún fracaso. Pero es que tiene que ser así. Para seguir creyendo, porque nos hace mejores y nos da lo mejor. Y la prueba es clara: por muchos fracasos o impedimentos, miedos o inseguridades, seguimos apostando por él. Y si tenemos amor o creemos en él, nunca nos faltará, o siempre  podremos generarlo con palabras que, escritas, dejarán constancia de lo que fue, es y continuará significando: todo.

Por tanto, mi deseo es que celebremos este concurso durante muchos años más, con las mejores cartas y poemas, con las mejores palabras de amor. Así que vamos a escucharlas y disfrutarlas.

Muchas gracias.

Fotografía: imágenes cortesía de Canal 2000 La Solana y Luis Romero de Ávila.

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